Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.
Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos.
Quiero que se abran las flores, y quiero que llames a mi puerta de repente y me regales un ramo, pero no de rosas. Las rosas son algo tan típico, que hasta llegan a perder su gracia. No me gustan las rosas.
Pensándolo mejor, quiero que me regales una pluma de colores, que pueda colgar encima de la cama, y que me quite las pesadillas.
Y no quiero que sea perfecto, que eso está muy visto.
Primavera.